Los retenes de obturación se emplean para la estanqueidad de los ejes de rotación. En el interior de la maquinaria, para el correcto funcionamiento de los elementos, éstos deben de ir lubricados. Los retenes impiden la salida del aceite o de la grasa.
El exterior suele ser metálico, normalmente recubierto de un elastómero (nitrilico, vitón, etc…), y el labio interior incorpora un muelle que asegura la estanqueidad dinámica y estática (tanto con el eje en reposo como en giro). Existen distintas variables como, por ejemplo, un labio adicional que protege tanto del polvo como de la suciedad del entorno, o con un doble retén para separar distintos medios.