Las tres iniciativas que permiten conseguir la máxima eficiencia energética en el sector industrial son: la optimización del uso de la energía, la reducción de costes asociados al suministro energético y la introducción de fuentes de energía renovables.
Dentro del área de mantenimiento predictivo disponemos de la última tecnología del mercado orientada hacia la optimización de tu fábrica. Nuestros expertos llevarán a cabo todas las prácticas necesarias para perfeccionar el rendimiento de todos los flujos presentes en tu trabajo, incluso a distancia.
LAS 6 MEJORES PRÁCTICAS PARA POTENCIAR LA EFICIENCIA ENERGÉTICA EN TU PLANTA DE PRODUCCIÓN
1. MONITORIZACIÓN DE LA ENERGÍA
A menudo las industrias derrochan energía de forma improductiva. A pesar de que buscar soluciones para corregirlo puede verse como una inversión no prioritaria, es importante dedicar tiempo a llevar un seguimiento del consumo de energía.
Para poder reaccionar a tiempo, las herramientas de monitorización del uso de la energía son imprescindibles para controlar nuestro consumo sin perjudicar a la calidad de los procesos.
Dar indicadores clave de rendimiento (KPI) como patrones para cada área específica del consumo energético pueden ser útiles para establecer nuevos objetivos.
2. ANALIZAR LOS COSTES OCULTOS
En la mayoría de las plantas o fábricas existen diferentes costes ocultos que pueden resultar algo complejos de identificar. Es muy común que aparezcan cuando no contamos con un plan sistemático de mantenimiento. Cuantificar estos gastos te permitirá analizar mejor los costes y mejorar todos tus procesos.
3. REDEFINE TUS HÁBITOS DE CONSUMO
Mejorar la eficiencia energética también depende de nuestros hábitos de conducta. Iniciativas como desconectar aquellas herramientas que no se utilizan en nuestra operativa diaria nos permitirá optimizar el uso de la energía que realizamos en nuestro día a día.
Debemos realizar un trabajo previo que nos ayude a identificar qué maquinaria es imprescindible que permanezca siempre conectada, aún cuando no esté en uso.
4. APROVECHAR FUENTES DE ENERGÍA RENOVABLES
Existen múltiples fuentes de energía, tanto renovables como no renovables, que nos permiten satisfacer las demandas energéticas de nuestra operativa en función de las necesidades existentes. Una mayor diversidad de las mismas nos permitirá escoger cada una de ellas de acuerdo a cada tipo de actividad sin perjudicar nuestro ritmo de producción.
El proceso de transición hacia un espacio más energéticamente eficiente se caracteriza por la inversión en energías renovables. Abandonar los suministros externos y satisfacer las necesidades industriales en base a la energía verde es el futuro.
5. AUTOCONSUMO A TRAVÉS DE MICROREDES
Al hablar de autoconsumo de energía, podemos diferenciar el autoconsumo total (cuando la energía producida se consume íntegramente en la red interior a la que se conecta la instalación) y el autoconsumo parcial (donde parte de la energía generada no se consume en la red interior y se vuelca a la red de distribución).
Las microredes permiten gestionar y distribuir la energía de forma inteligente, mejorando la escalabilidad de la demanda, la confiabilidad de la red y las nuevas aplicaciones, a la vez que permite operar en un mercado energético en tiempo real.
6. REDUCCIÓN DE LA DEMANDA ENERGÉTICA
La demanda energética permite que se produzca tanta cantidad de energía como se reclama en un periodo en concreto. Si los usuarios moderan sus necesidades en términos energéticos no será necesaria tanta cantidad de energía para satisfacer la demanda.
Concienciar en términos energéticos para moderar el consumo permite avanzar, de la forma más económica posible, hacia los objetivos de reducción del coste de aprovisionamiento de energía, de minimización del impacto ambiental, y de incremento de la seguridad energética.
¿Quieres potenciar la eficiencia energética de tu empresa?
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